la flaca

Fui y seré siempre una palabra!

Tenía tanto que decir en ese entonces, que me sentaba y me explotaban las manos y las palabras se desangraban en el papel, dejando una estela en el aire desde cualquier sitio  hasta mi alma.

 

Mi alma entonces iba halada siempre por alguna palabra, mis manos escribían en mi cabeza, toda yo era letras, la mayoría de veces inconexas, pero cuando una sola encontraba la ruta para ser y decir, para explotar contra los ojos de alguien, cuando una sola se adueñaba de su significado que nunca fue más que alguno de mis sentimientos entonces, solo entonces… se escapaba y existía para otros.

 

Mis palabras, yo en resumidas cuentas!