el brujo de letziaga

Frecuenté su prisa

En esta hora de nubes bajas,
camino hacia su plaza... desde entonces encerrada en sí misma.
A su fuente del llanto...que tanto dolor destila,
y que la reclama con su hilo de agua.

 

El pueblo a su manera...es de aquel tiempo y de piedra.
Y la razón de este poema,
es que la soledad me aborda... por su inmensa ausencia.
Una diaria inquietud que me acosa.

 

Y pienso en su postrera estadía...en suprema desgracia.
¡Ay pobre vida! Un día desaparecida.
Que todo nos pasó oyendo la canción que no querías,
mientras te ofrecía la salud mía.

 

Frecuenté su prisa...en la escuela de la vida,
su cabeza loca,
cuando el rayo del sol moría,
y se iba su tiempo... a una esfera supra divina...