Nitsuga Amano

Alquimia del Amanecer

Bajo un cielo encendido,
con el sol que sangra en la arena,
el alma busca su destino,
su anhelo, su penitencia.

 

 

En cada lágrima que cae,
en cada suspiro que muere,
se desgrana un poema de amor,
que se esconde en la brisa que hiere.

 

 

Y es en la noche profunda,
cuando el silencio hace eco,
que se escuchan las voces del alma,
que buscan el amor sincero.

 

 

Un amor que rompa las cadenas,
que libere las almas cautivas,
un amor que vuele en las alas,
de la libertad que vive.

 

 

Que se cante al amanecer,
con la fuerza del fuego que arde,
que se abracen las almas sedientas,
en el albor de un amor que late.

 

 

Que se unan los cuerpos y las almas,
en un abrazo que dure para siempre,
que se llene el mundo de luz,
en un canto eterno que todo lo envuelve.

 

 

Que se viva el amor como arte,
con la pasión de un fuego sagrado,
que se sienta la vida en el pecho,
en cada beso, en cada abrazo.

 

 

Y así, bajo el cielo encendido,
con el sol que sangra en la arena,
se vive el amor que se siente,
en cada latido, en cada poema.