Lourdes Aguilar

A UN SAMARITANO

Qué hermosas son tus palabras

Hombre gentil que sin más sigues

El rastro fantasmal mi común ser

Volcado en cada rima en cada verso

Palabras más palabras menos

Mi alma distraída y vaporosa

Sigue a duras penas su realidad terrena

 

Qué hermosas tus palabras tan sencillas

Conjugadas a veces suaves cual alas

De hada pequeña que hacen cosquillas

A veces cual lágrimas libres y tibias

Por la ausencia o el dolor de quien se ama

A veces intensas como pasión en brama

Que ensalzan y arden en toda mi masa

 

No pienses que mi silencio es resultado

De indiferencia y falta de estima

En el tiempo que nos rige

mi mente desvaría y deja brechas

Cuando pretendo algo ya se ha ido

Es mi existencia isla en mar abierto

Donde de vez en cuando a mi llega

En la botella el mensaje que me alegra

 

Buen samaritano que guardas palabras mías

Ten por seguro que las tuyas también conservo

Como pequeños pájaros se la pasan trina y trina

Donde nadie más conoce las acaricio