En la vida hay que dudar
de lo que desconocemos
y es mejor que meditemos
lo que nos puede afectar.
No solo por una mar
o por cultivar un sueño,
arderemos como leño
por alimentar el fuego,
que demora un hasta luego
que nunca me hará pequeño.
No hay peligro en la confianza
pero hay que usar el ingenio
para vivir un milenio
y ser del verso una danza.
Yo me visto de esperanza
y desnudo el alma muestro,
sin siquiera ser muy diestro
con mi pasión expresada,
siempre será dedicada
para un amor como el vuestro...
¿Es qué acaso el entendido?
Mal de escritos en sus formas
son los gritos de las normas
que no entienden mi sentido.
Porqué nada he pretendido
más que siempre ser sincero,
con quién quiero por lucero
y su encanto lo he forjado,
en el verso enamorado
para su amor verdadero...
¿Quién se dice interpretar?
¡Lo que yo puedo sentir!
si es mi vida y mi vivir
lo que debo soportar.
Que me digan que soñar
es igual que usar pañal,
es al bien lo que hace mal,
cuando escapa de la ciencia,
nada más por ser conciencia
la que da el punto final...
El amor lo vociferan
del desamor cualidad
cómo la incapacidad
del que nunca conocieran.
Pero porque lo sintieran
alejar la diferencia,
sin saber nada de ciencia
ni de formas o estructuras,
le critican sin alturas
ese amor con su evidencia...
Puedo estar equivocado
pero la vida es así
y si solo pienso en ti
ni siquiera te he nombrado.
Si es que estoy enamorado
simplemente es mi derecho,
y aunque sea largo el trecho
se hace grande mi pasión,
porque tengo un corazón
como el porte de mi pecho...
Yo jamás le rindo cuentas
a ningún ser conocido
por lo libre que he nacido
y jamás gateo a tientas.
Si mis horas pasan lentas
será que no las apuro,
si el que labra su futuro
no por ir con rapidez,
puede ser el mejor Juez
que procura ser seguro...
Definir lo indefinido
es la osadía más vana
la que solo el alma humana
con el verbo ya ha nacido.
Es por todos conocido
que fue el verbo en el inicio,
y jamás será un suplicio
amarte cómo yo te amo,
si es lo propio y lo declamo
para honrarte con mi oficio...
Autor: Mario Rodolfo Poblete Brezzo.
Muchas Gracias a Todos.