En el mar, donde nos ahogamos y renacemos
entre las olas y la espuma,
se encuentra la vida con su misterio
y susurrando secretos de ternura.
Nos sumergimos en sus aguas profundas,
navegando en su inmensidad,
buscando respuestas y claridad,
buscando en la vida una senda.
La ternura de sus manos nos guía,
su voz nos envuelve en un crepúsculo dorado,
y en ese mar inmenso, tan enamorado,
nos perdemos, en un mundo de poesía.
Somos sus hijos, sus criaturas,
la piel y el corazón se funden en su abrazo,
y aunque la vida a veces nos hace pedazos,
en el mar siempre encontramos la cura.
Y así seguimos, heridos y fallidos,
en este mar de la vida, donde todo es posible,
encontrando en cada ola una razón, un motivo,
para seguir navegando en su océano indefinido.
Así es la vida, con su locura y su ternura,
en este mar inmenso, adorables y llenos de vida,
en donde nos sumergimos y nos ahogamos cada día,
en la búsqueda de la belleza y la aventura.