Bhaskara

Eclipse

Trescientas noches de olvido han pasado
desde que el alba no tiene sol,
desde que el río es solo agua,
desde que la tarde me negó su aroma.

El olvidado mar sigue siendo eso,
desierto azulado de memorias y piratas,
atemporal como las hojas del difunto otoño,
y la debilidad del hombre enamorado.

De repente,
las coquetas margaritas han dejado de mirarme,
los ruidosos jilgueros callaron su graznido,
el arcoíris colorido se tornó sepia,
y el cielo se ocultó tímido cuando me vio pasar.

Mientras todo va y no vuelve, mi ser espera,
observa la depresión de lo inexpugnable,
perpetúa el abismo de soledad, que es hoy la vida,
juguetea entre el colosal y negro limbo.

El espejo refleja lo que solía ser mi humanidad.