Mientras meditaba de la vida, parte de la muerte hizo presencia, pensé en tantos momentos alegres, pensé también en como sería mi inexistencia, pensé en el llanto, en la alegría, pensé en el último abrazo que no llega, pensé en como sería si yo, ya no estuviera.
Entré un trance, algo confuso y por poco, por poco pierdo el equilibrio, sentí algo de miedo, pero para que temer a la muerte si es algo que tarde o temprano se nos ha de presentar en muchas maneras.
Nuevamente me sentí en un hoyo, un agujero oscuro y sin salida, uno donde no tuve compañía, más solo la libertad de pensar, y entre tantos pensamientos se me cruzaron algunas tonterías, puedo asegurar que no viviré mucho, pero viviré lo suficiente, en este mundo en ruinas.
Mientras meditaba, no viaje al pasado ni al futuro, me sentí estancando, atado al presente, amordazado a este momento donde es desgarrador el sentimiento que lentamente sacude mi alma, cual temblor derrumbando paredes, así como las paredes que sujetan lo poco que quedan de mis emociones.
Henry Ruiz
27 DE ABRIL 2023
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