Carlos Hector Alvarez

Promesas

Nos comprometimos un día,

amarnos hasta morir.

por mala o buena, que fuera

la fortuna, que nos tocara vivir

Más el destino

dueño y señor la vida

al no ser consultado,

enojado y despechado,       

lo destrozó de un plumazo,

mandando al viento,

que llevara nuestros sueños,

como hojas de árbol caído,

a volar hacia el olvido,

donde fueron a parar.

Ayer te vi sonriente,

y recordé nuestro ayer,

que me llevó a pensar,                                                                          

que hay que ser muy prudente,

a la hora de jurar.

Porque la vida en su andar,

nos lleva por el camino,

que, al nacer, marcó el destino,

sin derecho a patalear.