Freddy Kalvo

Hay amores...

 

Hay amores que te matan

y otros tantos te reviven;

hay amores que te arrastran

a pasiones que derriten.

 

Hay amores que recuerdas

y otros tantos que se olvidan;

hay amores que se cuelan

y te causan más heridas.

 

Hay amores tan sublimes

que se esconden en la niebla;

hay amores que son firmes

contra vientos y mareas.

 

Hay amores pasajeros

que llegaron sin permiso;

hay amores que yo siento

que su amor está vencido.

 

Hay amores petulantes

con marcado narcisismo;

hay amores que lloraste

sin haberlo merecido.

 

Hay amores que felices

no los mata ni la muerte;

hay amores que van tristes

como el sol en el poniente.

 

Hay amores mentirosos

ofreciendo el mar, la luna;

hay amores que son flojos

y solo tristezas causan.

 

Hay amores iracundos

que se ahogan sin sentido;

hay amores en el mundo

que no encuentran nunca alivio.

 

Hay amores que traicionan

y te vuelven desconfiado;

hay amores que se mofan

del amor cuando es lozano.

 

Hay amores pervertidos

que te buscan por dinero;

hay amores tan dañinos

que te crean un infierno.

 

Hay amores que son dulces

como la fruta madura;

hay amores que son lumbre

y el camino te lo alumbran.

 

Hay amores que son locos

y te crean fantasías;

hay amores también toscos

presumiendo de humanistas.

 

Hay amores que se fueron

pero nunca tú supiste,

si su amor era sincero

o fugaz e imperceptible.

 

Hay amores posesivos

que violentan libertades;

hay amores sometidos

que se vuelven muy cobardes.

 

Hay amores que bien fingen

por malvada conveniencia;

hay amores que te oprimen

y jactándose… ¡celebran!

 

Hay amores como dardos

que se clavan en el alma.

Y si estás enamorado…

¡Poco a poco más te sangran!

 

Hay amores maltratados

con su baja autoestima

y perviven soportando

cual si fueran masoquistas.

 

Hay amores por las redes

que se «besan» con lujuria;

hay amores que son breves

como las horas nocturnas.

 

Hay amores verdaderos

que duran toda la vida;

hay amores muy añejos

que por viejos más se cuidan.

 

Hay de todo en este mundo

y también en esta vida…

Corazones que son pulcros

y otros que mueren de envidia.