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LUNA DESNUDA

Cuenta una leyenda de los comechingones* que Dios, cuando se cansaba de los humanos, se iba a un lugar en las montañas, donde un río corre escondido entre enormes piedras; y allí se quedaba hasta que la luna asomaba desnuda a coquetearle…

 

Luna desnuda asoma tímida 

entre las rocas oscuras

  mientras las  sombras

  van ganándole a la tarde…

 

La soledad del paisaje 

se desmiente

con el canto de algún ave.

La noche vino a quedarse...

 

Un sinfín de melodías extrañas

 le disputan  primacía

al río que no calla.

Luna desnuda, coqueta 

y femenina,

 se desliza entre los árboles…

 

En la quietud del monte 

el dios de los hombres

 se embriaga y se enamora.

Y  aunque pasen las horas

no desea marcharse.

Luna desnuda lo cautiva

como celosa amante...

 

¿Quién se puede negar a adorarte?

Luna bella y antigua,

majestuosa y eterna.

Una diosa hechicera.

Una reina entre piedras,

que entre el cielo y la tierra, 

te haces verso y leyenda…

 

Carmen Teresita Acosta

 

*Comechingón es la denominación vulgar con la cual se alude a dos etnias originarias de la República Argentina, los hênîa y los kâmîare, que a la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI habitaban las Sierras Pampeanas, de las actuales provincias de Córdoba y San Luis.