OscarCampos

El sonido de la campana(2)

 

 

Un rito,

el sonido de la campana

 destellante atraviesa,

 piel y corazón.

Hasta el silencio

 entre cada toque,

despierta a los habitantes

como una melodía espacial.

 Se mimetiza con emociones,

y las estaciones de vida,

y hábitat de cada uno.

 

Pueblo,

invisible jaula abierta,

 enlace de manos,

de los habitantes.

Duermen con el silencio,

sueñan con el día siguiente.

La violencia dispersa el silencio

y los sueños,

cierra la jaula, el dolor es visible.

 

Desde niño,

las campanadas musicales

abren las emociones de lo habitantes.

Las horas oración,

las horas de la despedida,

las horas del primer llanto,

 su incipiente cabellera,

se sumerge,

 entre agua y oración.

 

Las campanadas abren el horizonte

en la madrugada,

esconden las estrellas,

despiertan el pueblo.

Sentado en un columpio,

desde niño,

aprendió, que una burbuja de sonido

lo arrastra a un éxtasis.

Los sentimientos vibran,

como la brisa gira entre los pétalos

y pequeñas hojas de los árboles.

 

Violencia,

 un pájaro en la lejanía,

observa el polvo

que circula fantasmal.

El único pájaro,

 el único habitante de alas.

El único habitante,

sueña con tocar la campana,

mientras la violencia

su melodía de disparos

golpea la campana

del pueblo desierto.

Sus habitantes han desaparecidos

solo queda la magia fantasmal

de su identidad en calma.