Estoy aquí sin saber nada,
una casualidad total.
Y existen
los odiosos,
los pretensiosos,
los malvados de todas las especies,
santos y de bien.
En este paraíso infierno,
las ratas, la peste, los magnánimos,
ahí estoy lleno de confusiones permanentes,
en el pasillo del dolor y la locura;
los animales lo saben,
se sienten superiores;
el hombre es la traición.
Una criatura perdida
desde siempre
y por siempre jamás.
Y ahí estoy.