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Minino bravo, libre

La siguiente historia está basada en hechos reales en Vall d´Uixó, la de un gato que se enfrentaba a perros, y a otros gatos. No sabemos que ha sido de él, pero al igual que la gente de aquí, no creo que le vaya bien con tantos problemas.

En el 50 aniversario de la muerte de Nino Bravo, hemos recordado un maullido perfecto de un gato que vivía con nosotros en la zona de texas, Vall ´d Uixó. A nivel vocal, la voz de este gato para el resto de gatos y para los humanos estudiosos en voces de gato, sería comparable en el mundo de los humanos a la de Freddy Mercury , Elvis, o Nino Bravo. Aún recuerdo cuando llegaba maullando al contenedor de basura, el resto de gatos que habían llegado antes y empezaban a disfrutar del festín la reconocían y huían, pues era el presagio de que él acudía a por las raspas de algunas cabezas de merluzas desechadas que iba a ser para él , y nadie le iba a detener. ¿ Qué ha sido de él? Lo desconocemos, quizás fue a dar en las garras de una protectora de animales y lo castraron. En la protectora perdería su libertad, aunque ganaría en su canto. Quizás no fue capturado por animalistas, y fue atropellado por un coche patrulla, o calculó mal sus fuerzas, algo muy probable del minino bravo que le gustaba de perseguir perros, y el no aparecer sea porque se lanzó contra un doberman sin correa ni bozal, pues lo hemos visto ir contra perros capaces de destrozarle de un solo bocado. Solo gracias a que van atados no lo han matado, aunque claro, el minino bravo después de estos episodios, se ha crecido pensando que es indestructible y que todos le tienen miedo, cogiendo la costumbre de irse contra los perros. Tales conductas son algo muy común en estos lares de barrios de malas condiciones sociales, ninguna solidaridad, y ausencia de libertad material, espiritual y afectiva, que provoca que mucha gente se enzarzarse en peleas estúpidas entre vecinos que les hacen acabar en prisión, heridos y en dos casos hasta muertos teniendo una mala mirada la culpa. Nuestros animales son un poco como la gente de aquí. El minino bravo quiso ser libre como muchos dicen ser libres en este lugar, con una libertad entendida en no tener límites a su comportamiento, ni respeto por el resto. No todos la entienden así. los hay que piensan que la libertad es la ausencia de miedo. Afirmamos que este gato no tenía miedo al peligro ni real y ni al venidero, y si el minino bravo aunque nos haya dejado nos sigue cautivando con su recuerdo y lo admiramos, los que lo conocimos viendo como embestía perros, o se lanzaba contra cinco o seis gatos en el cubo de basura, pese a su notable estupidez donde se pronosticaba que iba a morir pronto de forma violenta, lo admiramos porque en cierto modo intuíamos al fin lo que es la libertad, enfrentarse a la muerte.
Solo aquel que no le teme gana su libertad.
Ángel Blasco.