Isabel Beltran

Adan y Eva en el Edén

Tiene el Edén una calle
perfumada de azahar
colmadita de un millar
de naranjos de buen talle
nacidos del verde valle
La esencia de su olor
derrama todo el frescor
en el aire cual ensueño
alentando el empeño
de gozar la hermosa flor

Errante por el bulevar
camina Eva distraída
creyendo no ser oída
de su voz un lindo cantar
Inconsciente y sin pensar
topar con lo inesperado
a los brazos del pecado
atraída como imán
prende su cuerpo al de Adán
saciando lo deseado