Miguel Ángel Miguélez

Cianuro

 

 

 

 

¿No has probado el cianuro de mi boca

todavía? Florece en los instintos

que nacen tras oscuros laberintos

y cubre con su hedor a cuantos toca.

 

Ahora lo verás... En la barroca

sangre de mis miserias, sin precintos,

derrama efervescentes los extintos

impulsos de adherirme a cualquier roca.

 

Dormir no es el problema, estoy despierto.

Ya llevo 24 horas en llamas

y todo apunta a que serán más caros

 

los gramos que me esperan... Si he cubierto

el cupo en mi nariz, ¿qué me reclamas?

¡La puta vida mide dos disparos!