Va con el tiempo reteniendo sus miedos,
Ese odio mío que necesita deseo,
Ese odio mío que esperanzas no siente,
Ese lado que siempre duerme, ese lado que, cuando quiere me arrastra a su agujero.
Va con el tiempo, desangrando sueños,
Usando sus dientes, que filo no tienen,
Usando sus garras, que no perforan,
Aferrándose fuerte, como abrazo de serpiente.
Asfixias mi mente, eso eres,
Dueño de excusas,
Parásito sin suerte,
El lado más penoso de mí,
El defecto que más daño me hizo y hará,
Sólo si aún te dejo vivir.
Eres la tumba antes de existir,
Eres el cadáver que se refleja de mí,
Eres el defecto que estoy dispuesto,
A aniquilar aún si el riesgo es morir.
El mundo te decepciona,
Porqué sabes que el mundo es lo que más te obsesiona,
Te preocupan las metas,
Te aterran los cambios,
Cuando pierdo el control apareces tú,
Para hacerme dormir mientras lentamente carcomes mi interior.
Eres quien mata de a poco mi interior,
Con la vana excusa de decir,
Que yo sin tí me mataría al instante de verte partir,
Cuando es lo contrario,
Yo sin tí al fin podré vivir.
Vivir agradecido de cumplir;
No vivir muriendo por la angustia de ser o no ser capaz, el verdadero miedo que hay en mí.
Porque fue por ti que perdí lo irrecuperable,
Lo que solo el tiempo puede cambiar,
Lo que necesita de cambios en mí para poder alcanzar,
Y ese es el tiempo desperdiciado que por tí necesito recuperar.