Y ahí quedó,
sintiendo como su vida escapaba,
entre recuerdos escarlatas,
cicatrices de viejas esmeraldas
y los quejidos de la mansarda…
Ya no quería trabajar,
la pandemia le hizo mal,
dejó sus ganas en cuarentena
cerró todas sus puertas
y las esperanzas las dejó afuera…
Las dudas tendían a escasear,
las certezas se las comieron,
entre oreja y oreja algo sucedió,
los sonidos se perdieron
y el silencio se puso a retumbar…
Su corazón que siempre pudo amar
también lo supo olvidar,
ya no había sufrimientos,
se murieron los tormentos,
los fantasmas no lo podían tocar…
Su mente se perdió en su cabeza,
sus fantasías no sabían dónde llegar,
la felicidad comenzó a rogar,
la tristeza tendía a llamar
y la muerte fue sólo un trámite más…
No reflexiones mi poesía...vívela