Raúl Bonilla

Junio 2

I

Siempre me gustó la enorme araucaria del parque

Era casi centenaria

Ese día también había música

La banda de la ciudad interpreta una sinfonía

La reconozco

Mi casa está llena de discos de música clásica

 

Los amigos de la escuela no la conocen

Pero prefiero no decirles

Se supone que debería de escuchar otro tipo de música

No jazz ni sinfonías…

 

Ya les dije que en Diciembre me mudaré

Pero que en contacto seguiré

Nunca lo cumplí…

 

Esa fue la primera vez

Porque en cuanto termino una etapa

Dejo todo atrás

Escuela, colegio, universidad, trabajos…

 

Con todo y todos pierdo contacto

 

 

II

La cafetería tenía una hermosa librería

También podría decirse que la librería tenía una muy buena cafetería

Sin importar el orden de los factores

Disfrutaba leyendo un buen libro

Con un capuchino

Queque de zanahoria

Rollos de canela

 

Al final del establecimiento hay un pequeño escenario con dos sillas

Sirve para que haya sesiones de lectura

Y hoy…va a servir para declamar un poema

Uno que escribí hace años

Trabajé dos noches en la traducción

Nervioso me acerco al micrófono

 

Con calma y nostalgia

Empecé a leer y a declamar:

 

\"Es por la poderosa fuerza del destino

Que es más fuerte que los caprichos del azar

A pesar de tomar diferentes caminos

Siempre llegamos a conocer esa amistad especial

 

Dicen que todo está escrito

Y que nada podemos cambiar

Así te convertiste en mi amiga

Para juntos poder viajar

 

Es en las dificultades

Que cuento contigo

Y sabes que en las tempestades

Es cuando estarás conmigo\"

 

El sonido se difumina con la distancia

Nunca llegas a oír mis palabras…

 

III

El valle siempre estaba en calma

Muchas veces lo habíamos visitado

Para ver esos pequeños animalitos que recuerdan a los gatos

 

Esa siempre será la mejor descripción

Porque no son gatos

 

Ella le fascina ver sus ojos centelleantes

Quisiera tomar uno para acariciar

Pero ya no podemos hacer eso

Sentimos nuestros cuerpos

¡Y cómo nos sentimos cuando estamos juntos!

 

Pero ya no somos de carne y hueso

 

Los pequeños animales

Ni siquiera notan que estamos ahí

Es mucho mejor así

 

No somos intrusos

Solo soñadores

De un mundo lejano

A quienes se les dió la oportunidad de compartir la eternidad