Diego Nicolás García Contreras

Héndeme la herida

El pum pum nostalgia no sé que decir

Es la más bonita coctelera, 

La circunferencia de mi primavera,

Que hierve de calor...

Especímenes por dentro atados al rubor de tu madriguera...

Exhuberante y multiforme como de la luna un botón 

Que cae sobre mi pecho...

Pecho con pecho...

La circunferencia de tus senos...

Y yo amé la gravedad con la que lucha mi erguida fruta tropical...que quema tus comisuras...manga derretida y jugosa, y endulza tus neuronas...

Dejándolas empalagosas...sin pensar, en estado absoluto de goce...

Quiero chupar y chupar...

Y no parar hasta sentir florecer los duraznos en mi paladar, el almíbar y el mar...

La gota fugaz enredada en el cuero de esa rosa...

En los ojos de esa hermosa hembra...

Mujer que encaja...con mi ancla y mis garras...clamor de banana...

Y tanta claridad...

A la orilla de la cama, beira da lagoa...cheirando coco y cacao...

Tus poros me tienen embriagado...

De fortuna...

Por tanta poesía...

Que escarbo en tu Honduras húmeda y ardiente con cada arremetida...

Guárdame tu sed para tu saliva bandida

Que hoy rompo hasta tu voz...

Huéleme la mar...que esta noche me deslizo dentro de ti hundiendo mi remo en tus secretos bajo la luna...y con el canto de sirenas...de gatos...inmóviles en mi habitación...

Gira la cabeza y ofrecerme las rindas de tu pelo para galopar sobre tu cola...hasta chocar nuestro placer...