Yo te veo.
Cierro los ojos y te veo,
cierro las puertas,
cierro las nubes… y te veo.
Cierro el planeta,
apago el sol…
y te veo.
Y otra vez te veo
cuando expira la tarde,
en las páginas del agua,
en el cuenco de la noche,
bajo el Cristo doliente
de la cruz del sur,
y en la esquina luminosa
de la estrella polar.
Aunque no lo quieras,
yo te veo.