Anne Black

Estrella fugaz


Esta noche charlaron, poco y nada, pero en ella se dibujo la sonrisa perfecta. 
Otra noche tentadora a escondidas, en el despacho, fingiendo trabajo para continuar su amorío a través de la pantalla de un móvil. Su corazón ansioso enloquecido de amor, suspira con la luna de testigo. Conteniendo las ganas repentinas de gritar ese sentimiento que no puede ser malo, al contrario, es amor; puro e inofensivo. 
Esta noche charlaron gracias al valor adquirido en ella, pues una tarde antes de esta hermosa noche se armo de coraje y le escribió. Tres días después llego su mensaje, llego cupido a flecharla, llego la alegría. 
Es mas que evidente que ella lo ama, que sus recuerdos junto a él se apoderan de todo. El mundo a su lado se vuelve tierno y hermoso. La niña de su interior florece y la hace verse bella, hermosa y radiante. Y todo está bien, y no existe nada que pueda con el regocijo de su rostro, no hay quién apague la luz de sus ojos, quién borre su risa. Pues su estrella fugaz vuelve y ella le pide que la lleve con él, que la ame y cuide eternamente.