Brian Carmona

¿Y SI JUGAMOS A QUERERTE?

No te ocupes, yo comienzo el juego,

con el poema, la canción y el primer te quiero.

Pero tú te quieres más de lo que creía,

yo me enamoro más y me ganas la partida.

 

Después vienen las rosas;

primero una, luego un ramo.

Después no te saco de mi mente

desde el invierno hasta el verano.

 

Pero tú te quieres tanto

que prefieres más tu encanto

que cubrirte con el manto

de mis brazos y mis besos.

 

¿Desde cuándo es que no enamoras

ni liberas esos ojos caprichosos?

Las heridas son parte del juego,

no todo siempre es asombroso.

 

Pero esta bien, juguemos a enamorarte;

que de todos es el más bello arte.

Al que juegan los enamorados, y en parte,

tú y yo. ¡No tardes, aquí voy a esperarte!

 

Juguemos: a veces dices si, a veces no.

Vengo te vas, te vas y llego,

y se aviva en mi pecho ese fuego.

Recalculemos, y sigamos en el juego.

 

Pero ni el ramo, ni tampoco la rosa,

la canción, ni mucho menos el poema en prosa,

resuelven mi suerte que es desdichosa.

Pues te quieres y te quieres, mujer caprichosa.

 

Tú te quieres tanto olvidar del amor

que matas de un golpe mis intentos

de mostrarte que al amor no solo es dolor,

sino un juego de mil sentimientos.