Nuestra historia

En nuestro caso, nadie llego a la vida de nadie...

En realidad fue un choque de almas perdidas en un frio amanecer que no buscaban nada realmente, pero que el destino, el universo o lo que sea, hizo que nos cruzaramos esa vez, por alguna razón y así fue como terminaron por enredarse tanto que somos parte del otro como un reflejo, como almas gemelas que se complementan.

Y qué suerte que los caminos nos hayan cruzado aquella primera vez.

Los días y las horas; pasaban justo como en este momento.

Cada vez que hablabas, provocabas una sonrisa en mí, y por dentro una gran revolución de sensaciones que poco más tarde serían emociones que cada día cobraban más y más poder.

Los meses, los días pasan y seguirán pasando, como siempre ha sido, y yo seguiré enamorada, como si el tiempo no hubiera pasado, como si lo nuestro fuera perfecto, como si no hubiéramos tenido una discusión nunca jamás, como una niña ilusa que cree en su imaginación, y sin orgullo ni prejuicio alguno, te sigo, fiel, como el alumno más responsable de la clase, como una linda fantasía.

No puedo cerrar este escrito, porque nuestra historia no tiene un fin, apenas comienza, y te digo con fe y esperanza, que nuestras andanzas juntos tienen para rato, hasta con altibajos te digo sin atajos a vos y al mundo, que nunca en la vida encontraré a nadie igual a vos.

Un hombre, capaz de equivoquarse, capaz de aceptar los defectos y virtudes, capaz de perdonar y de pedir perdón, capaz de enamorar, pero por sobre todo, un hombre capaz de darlo todo sin importar nada, capaz de amar.

En todo este tiempo me hiciste sentir, hacer y decir cosas que jamás pensé que haría, me enseñaste cada día, a mejorar como persona y me ayudaste a sanar el alma.

Ahora sé que nuestros corazones laten juntos, no tengo más palabras, solo sonrisas para que te lleves

Quiero seguir adelante y darte cada uno de mis instantes