Pensé que envejecía mi corazón
despierto sobre sábanas de amor,
apareces para abrigar una ilusión
que me dibuja tu rostro adulador.
Un viento frío sacude mi ventana
susurra a mi oído que has llegado,
mi cuerpo adormecido de sultana
se agita temeroso y emocionado.
Una cita imaginaria que me aloca
enciende sin control mis sentidos,
deseosa de saber lo que me toca
campanas repicando cual latidos.
El día y la noche, están de huelga
exigen que aparezcas en persona,
no aceptan esa excusa que cuelga
y pide tu presencia esta anfitriona.
***Omaris Redman***
Marzo 16, 2023