Sentado en un muelle mi pluma se desliza mientras el mar de fondo me habla de ti, de aquel amor que vivimos y que ahora es un eco en mi corazón.
Recuerdo las tardes en que nos perdíamos en la penumbra de la ciudad, tus ojos reflejando las luces del atardecer, tus manos entrelazadas con las mías, y el corazón latiendo al unísono de nuestros besos.
Pero todo llegó a su fin, la despedida fue amarga y el recuerdo de aquellos días me dejó un vacío en el alma. Sin embargo, aprendí a seguir adelante, a escribir nuevas historias, a sentir de nuevo el latido del corazón enamorado.
Y hoy, mientras el sol se pone en el horizonte del mar, mi pluma escribe un nuevo capítulo, una historia que habla de superación, de la fuerza del amor propio, y de la esperanza de encontrar un nuevo amor, una nueva ilusión.
Porque la vida es un camino lleno de altos y bajos, de amores que llegan y se van, pero siempre hay un nuevo amanecer, una nueva oportunidad de ser feliz, y eso es lo que me inspira, lo que me mueve a seguir escribiendo y a buscar el amor en cada latido del corazón