Se escapa entre mis dedos la esencia de tu presencia, como un suspiro que se pierde en la inmensidad del viento.
Soy un eco lejano de un amor que ya no existe, un fantasma en busca de su tiempo, en un mundo que ya no nos pertenece.
Mi voz se desvanece en el silencio de la noche, como el canto de un pájaro solitario que busca en vano su compañero.
Me sumerjo en la oscuridad como la lluvia de verano, y acaricio las flores que se abren en la noche, esperando encontrar un poco de consuelo.
Pero pierdo la mirada en la inmensidad del cielo, buscando el reflejo de tus ojos, que ya no están aquí conmigo.
Resignado, acepto la realidad de que nuestra historia ha terminado, pero todavía busco en mi corazón el amor que una vez compartimos juntos.
Aunque ya no estés aquí, tu presencia sigue viva en mi alma, y cada noche te busco en mis sueños, esperando encontrarte de nuevo.