Pedro Antonio Borges Rodríguez

LA DICTADURA DEL AMOR MALDITO HACIA EL PODER

Hay una ley que perdura

Se llama maleficio didáctico

Afecta a quién no cura

Su lealtad a los poderes fácticos

 

Estado de bienestar imprudente

Fortalece el consumismo

A nadie le importa la gente

Con el dinero no hacen lo mismo

 

Se cubre de llamas el desván

Y parece que a nadie le importa

Mientras el money esté en su lugar

Prosiguen el plan que comportan

 

Anuncian que las oligarquías

Pretenden un nuevo orden mundial

Para ello prefijan sus guías

Con las que nos intentan educar

 

Paz con falta de costumbre

Amor perdido en la lejanía

El dolor que vive el hombre

Es intrínseco a sus guías

 

Virtud del ser humano sabio

Que actua con paz y ética

La sapienza que esgrimen sus labios

Está fuera de toda métrica

 

El veredicto, a nivel social

Carece de informaciones 

Su indagar no es real 

Necesita crear condiciones 

 

Los líderes se zampan el caviar

Sobre un mantel de entereza

Y el pobre mira la mesa

Sin poder negociar 

 

El mundo saltó de reglón

Y de torció al desequilibrio

Se quiebra fácil, cómo el vidrio 

Lo que favorece al control

 

Cielo inverso, que no ve

Que el mundo, sin amor, se pierde

La gente sólo ausculta poder

Y nadie sabio que intermedie