Ben-.

Poema a la tierra-.

Animo con la austeridad

que me precede, aliento

desde la agónica mirada,

temblor de serpientes, a

reparar mi frente, erguida

entre titubeos adolescentes:

mirad, caballos solitarios

se ausentan, con sus extensas

crines, de este lago de tristeza;

y retornan del labio larguísimo,

una noche de cruel tormenta,

empapando las sienes y los calcetines.

Tan suavemente que pareciera

inercia de los sueños, empujado

por un viento hostil a los postes eléctricos.

Donde se asientan, tras los placeres

cotidianos, nubes y luminosas siluetas

de pájaros y aves. Mirad, de frente,

mi frente erguida sobre el manejo

de la tierra-.

 

 

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