Y por la noche el mar se desengaña
en un murmullo suave, y estremece
a la nostalgia muda que fenece.
Mi remembranza pálida te extraña,
y reconstruye, lenta, la maraña
de melodías cortas. Reaparece
la tolerancia inútil, y ennegrece
bajo la seda de una telaraña.
Conscientemente dueles, dueles tanto
que, la paciencia tiembla al lado izquierdo
con un dolor inmenso. Enjugo el llanto,
y en la zozobra el puño y labios muerdo.
¡Si sólo me quisieras! Me levanto,
porque eso debo hacer cuando te pierdo.
Crystal CG.