Esos ojos, esos labios,
cuanta pasión suscitaron,
aquellas piernas bonitas
a cuantos encandilaron.
Así es la bella Lorea
mi fuente de inspiración,
la que me aporta la idea
cuando le escribo al amor.
No conocí su inocencia,
aquella de juventud,
ahora solo su presencia
le da a mis versos la luz.
No ha perdido con los años
la esencia de esa mujer,
tan solo con su mirada
puede hacerte enloquecer.
Es sensual, delicada,
sensible y muy amorosa,
la princesa deseada
es ella la más hermosa.
Classman