Iván Núñez A.

EL SEÑOR DE LAS FLORES

Quise regalarte flores para halagar tu belleza
pero recordé que un día tu amor se apagó sin más,
y me detuve de pronto para tener la certeza
que era un pensamiento absurdo, que no serías capaz
de olvidarme así tan fácil como se olvidan las cosas
que nos importan muy poco, las que no vuelven jamás.

 

Yo sé que estarás de nuevo junto a mí por mucho tiempo
y las flores que te gustan las volverás a tener,
el señor que nos las vende allí las tiene guardadas
porque sabe que yo iré, porque sabe lo que siento,
y me repite mil veces: “nunca se olvida un querer,
quedan en el corazón esas personas amadas”

 

Es por eso que te pido que aceptes mi humilde ramo
de rosas rojas y azules, las que siempre te han gustado,
las que el señor de las flores cuida y guarda para ti.
Tú bien sabes que te admiro, que te idolatro y te amo;
olvida nuestras discordias, eso quedó en el pasado,
ya el destino me lo dijo: ¡solo serás para mí!