Alfonso J Paredes

Te conozco

Tengo la sensibilidad de conocerte,
de encontrar el lugar concreto,
reconozco ese punto tan discreto,
donde puedo llegar a amarte.
 
La mar, con sus olas espumosas,
no es capaz de emularte
el esplendor que irradias,
donde rompen todas las cosas.
 
No puedo, aunque quiera,
de mi mente arrancarte;
es una obsesión que incomoda a Zeus,
el rey de los dioses del Olimpo
y vago con mi soledad
intentando consolarte.
 
Borro con goma de nubes de algodón,
todas las mentiras que se han derramado
y puede que, aunque diga que te vayas,
no quiero dejarte.
 
No he caído del cielo
como la fina lluvia,
que arrebata
una sonrisa de sorpresa,
cuando descansas del dolor infringido,
cuando quiso mostrarte la salida,
del universo del verso.
 
Aún me creo estar a tiempo
de saber qué es el querer,
de besar tus labios de mujer
y saber que eres lo que más quiero.
 
Hay muchas promesas
que se agotan,
nos hacen creer
que el amor está muriendo,
pero, si yo te amo hoy, no es pura fantasía,
son las ilusiones de parar el tiempo,
abrazándote con los versos de mi poesía.
 
No puedo cambiar el mundo
porque el mundo es como es,
como una roca clavada en el desierto
que agrieta la arena que atraviesa el reloj.
 
No puedo parar el tiempo,
solo lo puedo retener un instante,
en el que el amor que te proceso,
dice que eres para siempre,
tan importante,
como de importante es la vida.
 
 
El anverso del verso ©2023
Alfonso J Paredes.