Annabeth Aparicio

La Fuente del Amor

Viendo Cupido que tu amor era deseado

por un sin fín de inquietos corazones

el niño alado tuvo mil razones 

para pensar,lo que había pensado.

 

Se acercó a tu pecho sigilosamente

liberando ese amor tan codiciable

cual agua fluyendo inagotable

convirtiéndolo así en cristalina fuente.

 

Todo el mundo contemplaba la admirable

fuente ondosa, rica, clara, pura

queriendo beber de su dulzura

o bañarse en su agua saludable.

 

Aquí estoy yo, llena de fervor,

sed y pasión, suplicante

de rodillas, anhelante

por beber, un sorbo, de tu amor.