Sofanor Bonilla Fournier

Adulto Mayor.

                 Allí estás como siempre

       en ese rincón del patio,

               con la mirada silente

       fingiendo leer un diario.

 

           Los nietos pasan a veces

  por tu lado sin mirarte,

            ingratitudes que duelen

   después de tanto esmerarse.

            

            ¡Cuánto dieras por un guiño,

    una sonrisa, algún gesto,

           ... pero nada, no hay cariño,

    sí lo hay, ningún empeño!

 

        Ya no está tu compañera,

  ella se fué súbitamente,

        gran mujer ... una guerrera

   por sus hijos y su gente.

 

         Desde entonces no es lo mismo

     ¡tanto extrañas su presencia,

        que patearías tu destino

  para que aún ella estuviera!

 

       Tu hija, tan regalona

 contigo poco conversa,

      una sonrisa con pena

 o cansancio cuando almuerza.

 

      La pieza te arrebataron

 te mudaron a otro cuarto

      más pequeño y solitario

 allá en el fondo del patio.

 

       Al hospital te acompañan

en el auto de tu yerno ...

    ¡qué nobleza la que emanan

por lo menos, gran momento!

 

        Pero un día no esperado

los ves hacer tu maleta,

    solo con lo necesario

para tu triste silueta.

 

       No te llevan al mercado,

ni de paseo te llevan

    ¡tú, no entiendes que ha pasado

cuando en un hogar te quedas!

 

       Es muy bonito el lugar

comentan tus familiares

     ... tú, fingiendo no llorar,

 escondiendo los pesares.

 

    Luego viene el protocolo:

abrazos de despedida,

    pero cuando quedas solo,

piensas: ¡qué triste es mi vida!

 

    ¡Amigo ... yo te comprendo,

ingratitudes humanas,

    dolores que guardas dentro,

en lo profundo del alma!

 

   ¿Habrán otras solucciones,

pues parece una condena?

    un techo que no es su hogar,

para masticar sus penas.

 

      Florecientes sociedades

alimentadas de orgullos,

   gritando de libertades

y el derecho de los suyos.

 

     Solo vale el triunfalismo

al trepar por la escalera,

     más parece vandalismo

para engordar la cartera.

 

    Los sentimientos al hoyo,

allá también la nobleza

      ¿quién se atreve a dar apoyo

al triste anciano en su pieza?

 

                (Chofa.)