A toda tu lengua busco el reverso polémica de tus ansias convergentes, a tu cuerpo, me ciego,
Mis oídos duelen, brotan sangre de placeres.
Me esclavizo ante tus ojos incandescentes, ardo en ellos como luz independiente,
Se queman en tu cuello mis cenizas, y arden tus humores entre mis piernas y mis latidos.
Mi rincón muere por ti y Pronunció tu nombre entre gemidos.
Cuando sentí al amor verdadero, dentro de mi. Calma con sigilos mi éxtasis incoherente a ti
Dejando mi alma desnuda, entre mi boca tu dulzura,
Siembras en mi, tu energía al contraer al unísono nuestros cuerpos en armonía.
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