Alexandra L

La Sierra

 

Por esa senda intrincada
que baja desde la sierra
la niebla besa la tierra
la luz se queda atrapada.

La luna brilla estampada
en un cielo adormecido
donde un lucero encendido
juega con la madrugada.

Cae la estruendosa cascada
en el profundo bajío
y ronca el agua del río
al paso por la cañada.

El alba es niña rosada
que entre nubes se despierta
la alondra canta el alerta
que despunta la mañana.