José Domingo

ENMNE

En un mundo mundano vivo viviendo
mi vida pendiente pendiente de la vida
Nazco, lloro; carezco, oro; crezco, lloro,
¡llanto mudo que mudo es llanto! 
Mi voz, soplo de esperanza, empaña
el silencio de ofrendas sangrantes.
Nadie escucha fuera, nadie (que) muera.
El eco, voz sin amo desierta, despierta
resuena, apaga las hogueras
como viento levante que sopla indolente.