José Domingo

Fugaces

Tierra que cura heridas
de juego encenagado
de azogue ensangrentado
de miedo cicatrizado

Mientras la radio suena
ojo de aguja, hilo que unto en saliva,
zurce un remiendo.

Una olla de agua caliente
una zafa jabón casero
un lavado con estropajo

Su voz se apagó
llenos de amor
sus ojos de sol
dijeron adiós.