Roberto Bardecio Olivera

RECUERDOS DE VIAJES - “TIERRA DEL FUEGO: EL ENCANTO DE UN ENSUEÑO” - (1ra. Parte)

 

“TIERRA DEL FUEGO: EL ENCANTO DE UN ENSUEÑO”

(1ra. Parte)

 

 

   A lo largo de nuestra travesía a bordo del buque de apoyo antártico y océano-gráfico de la Armada Nacional ROU 24 “Comandante Pedro Campbell”, rumbo a nuestra Base Científica Antártica Artigas, asentada como la mayor parte de las bases antárticas en la Isla Rey Jorge,  tuvimos la gran oportunidad de conocer, para envidia de muchos, paisajes de ensueño y ciudades que provocaron en mi persona un rápido enamoramiento.

   Tal fue lo ocurrido en nuestro ser más íntimo, cuando fuimos conociendo las regiones que constituyen, dentro del territorio argentino, Tierra del Fuego, y que quiero compartir con todos los que me lean.

   Se sabe que para entender el presente, hay que conocer el pasado, por eso voy a realizar una breve pero muy importante introducción geográfica e históri-  ca, para poder situarse y entender lo que cualquier viajero puede sentir en esas increíbles regiones de nuestra América del Sur.

    En una época lejana, el continente americano fue varias veces cubierto en su extremo austral por enormes ríos de hielo, conocidos como glaciares, que produjeron importantes consecuencias en la geografía de la zona, dando forma, entre otras cosas, a ese paso que, desde hace mas de cinco siglos, se denomina Estrecho de Magallanes.

    Una isla contorneada por infinidad de islas menores y de enormes peñascos (excepto por el oriente) quedó formada en la parte Sur.

    Tal es su magnitud que quienes descubrieron el paso entre los Océanos Atlán- tico y Pacífico, creyeron que se trataba de otro continente “Terris Australis Incognita” y que servía de contrapeso al globo.

    El zigzagueante tajo ocurrió por el Este, en una zona de transición, según lo que pudimos ver, mientras que por el centro y el Oeste lo separado guarda una relación orográfica y también hidrográfica con el Norte.

    La cordillera de los Andes que viene descendiendo con rapidez, se hunde para dar paso a las aguas y resurge en la otra orilla, orientándose gradualmente hacia el Esto, rumbo que toma de manera acentuada poco antes de llegar de nuevo al mar.

   El agua y la roca, el hielo y el bosque, ofrecen la más intrincada geografía, en una impresionante sucesión de maravillosos paisajes que deleitan los ojos de los que lo que los observan y conocen…

 

Continuará…

 

Roberto Bardecio Olivera

          (Marzo de 1991)