EHUR OHR

Soledad...

 

Soledad…

despoblado aislamiento,

un destierro a los rincones de la ausencia,

un desierto inexplorado de vacíos.

 

Mi cautivo agotamiento en retirada.

 

Un cansancio abrumador que contamina.

 

Ciudadano de la nada…

habitante de un suplicio interminable que no para.

 

Un convicto corazón estrangulado…

con un débil palpitar que pide auxilio.

 

Ojos tristes que agonizan…

remojados en un derrame de lamentos,

la mirada abandonada en el final de un ocaso borrascoso,

y una pena dividida en pedacitos.

 

La explosión de inconsecuencias en hilera.

 

Se rindieron esas ganas de luchar por un milagro.

 

Se acabaron de arrasar las esperanzas…

sucumbieron en la noche obscura y fría,

no aguantaron el insomnio desmedido

y ahí quedaron…

desahuciadas…

se apagaron.