MIGUEL CARLOS VILLAR

Carta a un desconocido

 

Carta a un desconocido

 

Desestimado quien quiera que sea:

En estas invernales fechas,

 manchadas de hexagonal blancura,

en las que los pensamientos se abigarran

de destrozos escogidos por los más poderosos

e

insoportables descontentos,

me pongo a descalibrar

(sin descalabrarme por ello)

las más inconsecuentes demoras demenciales,

sin parar a esforzarme lo más mínimo

en encefalográficas cavilaciones nocturnas,

llegando a la neuronal conclusión

de que todo lo antes dicho es

…… (ni menos ni más, que)……

 una verdadera

b i r r i a.

 

Hago mutis por el foro antes de despedirme de Usted con un incógnito apretón de manos  cruzadas.

Sin firmar y sin ganas de hacerlo.