Se asomó tímidamente
como por una persiana,
luego ya miró de frente
y se saltó la ventana.
¿Acaso estaba escondida
y oculta se iba a quedar?,
ahora charla dormida
y no se quiere callar.
Tantos años me gritaba
pero no le hacía caso,
la poesía me hablaba
y yo seguía en mi ocaso.
Ahora estoy distendida
y ya la puedo escuchar,
¡fueron años, fue una vida
que la dejé descansar!.
Quiera Dios y me permita
a mis versos expresar,
¡que estos hijos que hoy recita
mi alma aún pueda cantar!.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay