Pedro Antonio Borges Rodríguez

ESPARCIMIENTO DEL AMOR

Sol noctámbulo 

Enclaustrado en el mediodía 

La lluvia perece sobre tú manto ajardinado 

Con el placton en el cielo de tú esperanza 

 

¡fuiste tú!

Quién decidió ser noble 

Ante el mundo de las envidias 

Mientras las copas de los árboles 

Se regían por tú don 

Y se hundían,  en la maleza 

 

Hoy sé que tú renuncia fue sincera 

Atávico placer de la era nocturna 

Un mundo perdido 

Ante la luz de tú bella mirada 

Un vil destino 

Un encuentro inesperado 

Que supino, en su menester, te aconsejaba 

Y creías ser grande 

Muy grande 

Y cuando lució tú pequeñez 

Llorabas 

Obcecada 

 

Relumbra la ocasión 

De tenerte sostenida 

Otra vez

Sobre mis brazos

 

La vida, en unidad

entretanto me sosiega 

En su andar de vigilia

y sentir despacio 

En su redil de interferencia 

En el dictamen que consagra su espacio

 

Pliega los puntos cardinales de tú corazón 

Porque atesora el desdén 

Que proviene de las alturas 

Cómo migas de pan mal repartidas

Sobre la celulosa de tús recuerdos 

Cómo la infancia perdida e irrecuperable 

Cómo en el juego en el que siempre pierde alguien 

 

Contrae el alma siniestrada 

Por el pábulo incierto de tú ser

Confirma la rabia de tús allegados 

Al verme más cerca del amor 

Con soltura 

Entregado

Y en buena hora...

Crecer

 

Un amor de bandera 

Cantarín por donde quiera que vaya 

Sustento de la pericia y la paciencia 

Que se deja ver

cruzando los caminos

Que no me han prohibido 

Por falta de pasión