Luego de aquella merienda ardiente
te convido una rica cena romántica
donde degustemos nuestros labios
sin alguna necesidad de aderezarlos.
La tenue luz de velas nos embriague
un vino, aquel cómplice de la velada
el roce de dos cuerpos tan excitados
y la luna fiel testigo de un gran amor.
Se fundan los deseos en una mirada
con ansias recorremos la habitación
abrazados bajo sábanas de fina seda
éxtasis solo con un lengüetazo al oído.
Manos sudorosas llenas de intención
de regalar caricias fogosas sin pudor
un idilio sensorial que llega con la voz
todo es servido en bandeja de pasión.
Ya cansados de compartir los manjares
dormirnos acurrucados prestos a soñar
que nos despierta el olor a café tostado
un desayuno de besos con sabor a miel.
***Omaris Redman***
Febrero 7, 2023