Me gustas por la noche,
cuando me dices tus palabras
al claro de la luna,
cuando descuelgas mis ansias
que flotan en el espacio
como nubes primorosas
extendidas sobre el tiempo.
Por eso me quedo despierto,
abro las ventanas,
corro las cortinas,
y evoco tu piel morena
deslizándose en mis brazos
como un golpe de agua nueva.
Por eso te busco hasta el alba,
y te busca mi alma,
y te buscan los gnomos
escondidos en mis ojos,
y te buscan los cuásares
que habitan en mis neuronas.