alicia perez hernandez

¿Ángel o Demonio?

¿Ángel o Demonio?

 

No sé cómo comenzar o por dónde empezar.

…Conocí a alguien y ahora no sé si era ¿Ángel o demonio?

Cuando besaba mis labios escribía la más hermosa poesía.

...Y cuando me acercaba a su pecho sus latidos eran versos,

versos de amor y cuando me veía en sus ojos oscuros me desvestía

y en sus ojos se reflejaban los míos, y cuando me abrazaba

eran sonetos que decían mil veces… “te quiero”

su mano escribía en mi espalda poesía y cuando

de frente me tenía sus labios de mis pechos saciaba,

y sus deseos y se hacían poesía y mis pechos en sus labios

se confundían entre verso y verso, y cuando me hablaba

al oído su poesía se hacía canción y escuchaba violines,

arpas, guitarras y me hacía enloquecer, me llevaba al cielo

con su poesía el era del cielo y su poesía brillaban sus ojos con

destellos angelicales y rozaba mis labios con sus versos y me miraba

a los ojos con letras de todo el abecedario y mi nombre era su poesía

escrito con su puño y letra, no había nada más maravilloso

que estar cerca del, me daba su vida en cada respiración,

y me daba su poesía llena de Amor el era ¡Mi Ángel de Amor!

pero un día vio unos senos grandes y unos labios seductores,

y fueron su perdición y cómo si no! mi piel ya perdió lozanía, 

y mis senos ya no le parecen atractivos.

Ahora me pregunto era, ¿Ángel o Demonio?

Sigo con esa duda porque cómo Ángel me llevo al cielo,

Y cómo demonio me bajo al infierno y me hizo muy suya,

Enredada en su cuerpo y entregada a sus besos era feliz.

Fui de él noches enteras de pasión y de placer, a su placer,

Pero de pronto un día ya no volvió y me contaron que se fue

con la de senos grandes ella era famosa por su erotismo.

Pero mi pobre angelito envejeció como castigo. 

Creo ahora solo le hace cosquillas y ella se aburre.

Porque ya no tiene aquello que prometía darle ya envejeció,

como castigo ya no tiene con que hacer feliz a ninguna.

¡Vaya usted a saber que fue de él!

ángel o demonio me llevo al cielo y al infierno...

 

Alicia Pérez Hernández...México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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