Ben-.

Dura y estéril tierra-.

Entre criaturas desnudas

en claves de sol inauguradas

sobre estatutos imaginarios

o sobre danzas secretas invalidadas

el espacio abre camino antes

que yo su hendidura global.

Lejos del espanto triturando malezas

o golpeando la preservada e inquieta

turbina de acero; cuando los dedos

amarillean de secretos cigarros.

Se tornan las bestias camposantos,

vuelcan los hombres sus omóplatos

sobre la dura tierra y quiebran

los apoyos, maquinarias celestes, estrellas

silenciosas. Despacio, en sigilo,

contemplador de amaneceres y vómitos,

tu anegada caricatura, tu soñada diáspora,

ahora, sí, sobre todo

en terreno oscuro y pantanoso.

Mientras, dulcemente la mano acaricia

su víbora, su esencial manto de crepúsculo y

origen, bañándose en mármoles y objetos hirientes.

 

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