David Gómez Salas

El futbol

Autor: David Gómez Salas

 

En el área el delantero

en lugar de tirar a gol.

finge que le cometen falta

y deja de jugar futbol.

 

Se tira al suelo

y hace gestos de dolor.

Patético se muestra

en el rol de mal actor.

 

Y si el árbitro no marca

la falta que no existió,

lo insulta con  groserías,

todo porque no le creyó.

 

Sin técnica, los pases

para adelante, falla.

Mejor da pase al compañero

que al lado de él se halla,

o regresa el balón al portero

y hace aburrido el juego.

 

No domina el esférico,

ni dribla ningún rival.

Y si tira a gol, es frecuente,

que no se entere el portero

del equipo contendiente.

 

Como intenta lo predecible

el rival adivina

sus anunciadas jugadas,

y eso le da mucha mohína.

 

Le interceptan los pases

que no salen de la cancha,

reacciona con violencia

y cobra dura venganza.

 

Cuando lo amonestan

por golpear con alevosía,

al arbitro insolencias grita,

y señales obscenas, le envía.

 

Al terminar el juego

con exceso se  embriaga

y declara a la afición,

que su vida: es privada.

(Privada de educación)

 

No hay técnica,

ni  creatividad

y a nivel profesional

abunda la vulgaridad.

 

Después de los fracasos,

entrenador y jugadores,

molestos explican su caso:

 

Perdimos por mala suerte,

pero merecíamos ganar.

Tuvimos muchas llegadas,

solo nos faltó anotar.

 

Estaba muy alto el pasto

y el balón muy lento corría.

Estaba muy corto el pasto

y al saltar, los pies me dolían.

 

El gol tempranero

nos obligó a cambiar

el plan del juego.

 

La suerte los ayudó,

tuvimos dos errores,

y el rival no perdonó. 

 

¡Que horror!

El arbitro vendido

influyó en el marcador…

 

En resumen:

la cancha seca o el lodo,

la suerte, el arbitro o el público;

tienen la culpa de todo.

 

Saque usted su conclusión

¿Avanzará el futbol,

sin honor, ni educación?