Mauro Enrique Lopez Z.

Fuistes la flor

Fuiste la flor hermosa que reinaba

 

en mi alegre vida. Hasta la que

 

inspiraste mi tierno corazón;

 

hoy vivo felíz no es por tí, es

 

porque ya estás en mi pasado,

 

pero sigo escribiendo mis versos

 

de amor hecho poema, prosa

 

o relato de mi trabajo en días

 

de pesca. También cuando tomo

 

un descanso allá en el campo; que bonito

 

es una noche de suave brisa, una

 

inspiración y dormir plácidamente, que el canto del gallo me despierte

 

contento; no sé por qué no eres la flor

 

que reinaba en mi vivir, que pena contigo

 

hoy vivo felíz sin rogarte mucho mujer.